“Cuando el árbol no da fruto a tiempo, es necesario cortarlo y rápidamente plantar otro, aunque se injerte”. Estas palabras de Pepe Simancas nos recuerdan la importancia de la prontitud y la adaptabilidad en nuestro camino. No te tomes por sorpresa el amanecer, sé proactivo incluso antes de que el sol ilumine tus cobijas. Recuerda, la autenticidad y la pasión son ingredientes preciosos en cada acción que emprendes; es fundamental hacer las cosas con amor. La prosperidad económica llegará como consecuencia natural, ya que el dinero, aunque valioso, no supera el inmenso valor de la humanidad.
No te dejes sorprender por la lluvia cuando estés a la intemperie. A veces, mojarse es inevitable, pero es crucial mantener los ojos abiertos y mirar más allá de lo evidente. Siempre un paso adelante, siempre avanzando. No permitas que la noche te sorprenda y te haga desear detener el reloj. El tiempo existe para mejorar la eficiencia y la capacidad de realizar tareas más rápidamente que las manecillas que marcan el transcurso de la noche y el día.
Existen cosas que deben hacerse con urgencia porque el tiempo no espera. Los resultados definen nuestras acciones, respaldan nuestras palabras y revelan nuestra verdadera esencia. La prudencia, humildad, serenidad, inteligencia y planificación son las armas que llevo conmigo. Observo, analizo y solo comparto mi opinión cuando es necesario.
En el mundo laboral, muchos sueñan con tener un equipo que no solo les siga por obligación, sino que se inspire en su actitud. El liderazgo va más allá de dar órdenes; implica motivar a otros a ser parte de un sueño colectivo. En lugar de jactarse del “YO hice”, la verdadera grandeza está en decir “nosotros lo hicimos”. La diferencia radica en el egocentrismo frente a la colaboración comunitaria.
